La producción del Hengchi 5 de Evergrande ya está paralizada, ¿el principio del fin?

Lanzado a bombo y platillo en 2019, el proyecto automovilístico de Evergrande no parece estar teniendo el éxito esperado. Menos de tres meses después del inicio, la producción del SUV eléctrico Hengchi 5 se ha paralizado por falta de clientes.

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Como hipnotizado por los exitosos lanzamientos de marcas como Nio o Xpeng, el gigante inmobiliario chino Evergrande anuncia su marca de coches eléctricos en 2019. Será Hengchi, y las ambiciones son excesivas (¿en consonancia con las deudas de la empresa?). La ambición es, modestamente, convertirse en uno de los principales fabricantes chinos en 2025, con más de un millón de unidades vendidas. Pone sobre la mesa más de 23.000 millones de dólares y presenta 6 proyectos de vehículos desde el principio, a los que se sumarán otros tres el año siguiente.

Atrapada por el negocio y sus colosales deudas en 2021, Evergrande logrará, sin embargo, mantener viva su división de automoción. No obstante, los objetivos se revisan a la baja y algunos proyectos se posponen o cancelan. En enero de 2022 se ensamblaron los primeros modelos de preproducción. En julio se abren los pedidos del todoterreno Hengchi 5. La producción en serie comienza formalmente a mediados de septiembre, con las primeras entregas en octubre. Se dice que el negocio va por buen camino, con la producción del crossover Hengchi 6 prevista para finales de año, seguido del sedán Hengchi 7 durante 2023.

¿Pero no basta con ganar miles de millones para tener éxito? La producción de la planta de Tianjin parece estar ya paralizada. No por problemas de contención o suministro. Obviamente, es simplemente la ausencia de órdenes lo que ha dictado la paralización de las líneas, sin fecha para su reanudación…». Algunos empleados no han cobrado en octubre y noviembre, y se informa de que el 10% de la plantilla de la fábrica será despedida. Los informes de los medios de comunicación chinos también apuntan al cierre de la sede de Evergrande NEV, donde los empleados serán despedidos o trasladados a la fábrica.

Pero hay que reconocer que a la empresa le ha faltado suerte, o previsión, en su aventura automovilística. Las cosas empezaron con un proyecto para invertir en Faraday Future. El acuerdo no se llevó a cabo, pero Evergrande perdió algunas de sus plumas. Para poner en marcha su proyecto, adquirió NEVS. El comprador de los activos de Saab en 2012 (y, en consecuencia, propietario de la fábrica sueca de Trollhättan) nunca llegó a lanzar su Saab 9-3 eléctrico pese a anunciar decenas de miles de pedidos. El único punto positivo es que, a través de NEVS, Evergrande también posee el 20% de Koenigsegg.

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